-P.515
Cuando me paro a mirar el camino
donde se une con el color del cielo,
veo en mi vida muy sentido anhelo
de un horizonte claro y cristalino.
De una mañana donde mi destino
sea tan sonoro como el riachuelo,
y arrojando al agua un blanco pañuelo
vea como nada al viejo molino.
Donde la mañana es cauce del río,
el firmamento es manantial y estío
y anochecer es lecho de la luna.
En las olas se brinde la fortuna
del desborde en el caudal y su brío
y en mis oídos suene su tronío .
Stefanía
Septiembre 13, 2010
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